“Un empleado feliz es más productivo, comprometido, creativo e innovador”
Y es que el flujo tiene mucho que ver con el placer. Para Manu Romero, fundador de la startup Departamento de Felicidad, un trabajador que fluye es un trabajador feliz, con el impacto que para cualquier organización supone contar con un profesional así en sus filas. “Diversos estudios y experiencias profesionales confirman que un empleado feliz es más productivo, comprometido, creativo e innovador, lo que da lugar a mejores resultados de negocio, mayores ventas y mejores calificaciones de los clientes”, asegura.
Quizá feliz, sí, pero también sacrificado. Porque la satisfacción que proporciona ese ‘fluir’ va frecuentemente acompañada de atracones de trabajo. De hecho, que a un trabajador se le pasen las horas en un suspiro, sin apenas darse cuenta de que el cansancio empieza a hacer mella en él, es un claro síntoma de que está empezando a fluir.
Claro que sarna con gusto no pica. Y es que, advierte Pilar Jericó, el esfuerzo es un requisito innegociable para llegar hasta ese punto de excelencia. “Las cosas que valen la pena siempre requieren esfuerzo, especialmente al principio. En esas fases iniciales el trabajo duro es lo más importante. Pones mucho empeño porque llegar al objetivo es tu máxima motivación, tu sueño o porque te pagan por ello. Pero después, llega un momento en el que de tanto aplicarte en la tarea desarrollas cierta maestría en ella, y ahí es cuando comienzas a fluir”.
Naturalmente, que te guste lo que haces es un plus. “Tener la oportunidad de desarrollar aquellas actividades en las cuales nos sentimos más realizados nos ayuda a disfrutar de nuestro puesto de trabajo”, dice Manu Romero. ¿Quiere decir esto que quedamos exentos de hacer aquellas otras partes del trabajo que nos resultan menos apetecibles? Desde luego que no, puntualiza este experto. “Pero el prisma es totalmente distinto cuando sabes que esas otras cosas forman parte de unas responsabilidades que, en términos globales, te satisfacen”.
Honorio Jorge, experto en Recursos Humanos y Organización, cree, en cambio, que no es imprescindible que una actividad te enamore para realizarla muy bien o incluso con brillantez. “Lo que nunca debe faltar es que la persona disponga de las habilidades necesarias para ejecutar esa función con un resultado exitoso. Y para esto es clave tener a la persona correcta en el puesto correcto“, explica. Otras condiciones necesarias para llegar a ese estado deseable son que “las tareas sean moderadamente desafiantes y requieran de concentración y enfoque, tener objetivos claramente establecidos y ofrecer datos que permitan al trabajador autoevaluarse”, resume este especialista.